El “milagro” económico que planteó el gobierno federal con sus llamadas reformas estructurales y en particular con la Reforma Energética, resultó una ilusión, una falacia, ya que en realidad lo único que se ha visto son afectaciones y pérdidas en los energéticos, por ejemplo, de manera silenciosa se ha venido aplicando un incremento de 60% al costo del gas LP a lo largo de este año.
Sin duda, es una práctica común de esta administración asumir compromisos que finalmente no cumple y, por el contrario, dañan aún más la frágil economía de las familias mexicanas, la prueba está en que su calidad de vida ha disminuido estrepitosamente.
Toda vez que el gas LP es un insumo vital para las actividades cotidianas de los hogares mexicanos y para industrias como las de la tortilla que se ven directamente afectados, el Partido del Trabajo hace un enérgico llamado a las autoridades federales para que cumplan sus promesas y no dejen que el costo de sus malas decisiones recaiga sobre los millones de mexicanos en situación vulnerable.
Denunciamos que la liberalización de los precios de los combustibles no ha resultado benéfica para los consumidores, constancia de ello es que el precio del gas LP se ha incrementado y lo mismo ha sucedido con la gasolina, cuyos efectos se ven reflejados directamente en un salario cada vez más deteriorado con el que no alcanza para cubrir las necesidades mínimas que permitan una vida digna.
Por lo anterior, el Partido del Trabajo considera que el aumento del 10% al salario mínimo general a aplicarse a partir de este 1º de diciembre, es insuficiente, ya que factores como la inflación y el incremento de diversos productos y servicios que ello conlleva, minimiza el poder adquisitivo de la moneda mexicana.
Demandamos al gobierno federal que deje a un lado sus intereses políticos y enfoque sus esfuerzos a poner en marcha planes de corto y mediano plazo, así como políticas públicas que fortalezcan la economía familiar y nacional en este último periodo de su administración.